lunes, 21 de octubre de 2013

Alguien cortó un pino

Rocco caminaba por el bosque una noche, se desvió de su casa siguiendo a una luciérnaga, y él, que también es todo inocentón se fue como volando tras el polvo hipnotizante medio fosforescente de las alas del bicho. Oh! exclamó Rocco - dónde estoy? - reclamó al verse en medio del bosque en un claro de luna como al que luego un famoso compositor escribiera toda una obra, el nombre no importa por que en ese entonces no existía si quiera ese nombre, peor aún ese apellido, menos aún esa profesión. Lo máximo que se oía eran ruidos de percusión, tal y como los que escuchaba Rocco en medio del claro del bosque. Eran golpes seguidos, con poco ritmo pero con mucho entusiasmo. Toc, toc, juaz, toc, toc, juaz, toc, toc... y así.
Rocco desenvainó su pequeña esperma y la encendió, no me pregunten como. Se acercó lentamente, en puntillas entre los manzanos, pasó los duraznos, pasó las frutillas, pasó las moras, pasó los limones y supo que estaba en un huerto, entonces se insertó nuevamente en el bosque. Los Toc, toc, juaz, toc, toc, juaz, eran cada vez más intensos, resonaban más fuerte cada vez. Hasta que por fin Rocco divisó algo muy extraño. Era un leñador en un lado, que daba con su hacha fuertes golpes en el tronco del árbol (toc, toc) y el árbol se iba ladeando (juaz). junto al leñador un comerciante que remataba el árbol a un hombre con barba blanca y vestido de rojo, el mismo que decía: "joven necesito el pino yo por que los niños deben tener en sus casas en representación de la noche en que YO aparezco con un bolso lleno de juguetes... sin el árbol dónde dejo los regalos." Junto a él un hombre barbón también, pero más joven y de barbas negras se tomaba el rostro y decía: "qué importancia tienen los juguetes carajo!!! yo vine a salvar al mundo del pecado original, mi padre me ha mandado, no ve lo que la serpiente le fue diciendo a esa mujer que muerda esa manzana?" el hombre de barba blanca le decía: "y qué pito toco yo en su problema, el pino es mío yo lo vi, yo lo estoy cortando, es para mi..." Rocco no entendía nada y miraba entre los matorrales, finalmente el joven barbón le decía: "entienda anciano, necesito el pino para que hagan con el un patíbulo, sin patíbulo dónde me crucifican? y sin crucifixión no hay razón de venir al mundo, debo morir por los hombres para que mi papi se le haga el negocio... ya, ya, diga cuánto quiere por el árbol..."
Rocco nunca olvidará este capítulo de su vida, más que nada por que le costó dos semanas en salir del huerto hasta que se acabaran los rábanos, las lechugas y las berenjenas. Rocco vue encontrado tirado en un wacho con principios de sobre dotación vitamínica. Pero a esa gente poco o nada eso le importaba.

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