martes, 17 de junio de 2014

del porqué la cena de Rocco terminó en orgía...

No son muchas las historias que se escuchan a diario en las que la cena a la que uno fue invitado terminan en actos eróticos masivos... hay un par de películas al respecto, pero de la ficción no han pasado. Pues rocco protagonizó una de las únicas cenas orgías registradas en video y fotografía, totalmente de la vida real inclusive ya está patentada y el proceso de propiedad intelectual de la misma se encuentra en proceso en el iepi en este mismo instante, mientras este ralato da curso.

Dicen que fue la última cena, pues claro, la última cena después de tremenda orgía quién querría ofrecer otra cena en casa de los Brunnetti, acomodada familia de clase reconocida casi aristocrática en la ciudad.

Llegaron los invitados querido, dijo Isabella Lucrecia Tránsito de Brunnetti al oír las tres campanadas en la puerta de su lujosa casa. El paje abrió la puerta agachando lo que más pudo su cabeza y en ella figuraban Rocco Do Espíritu Santo y la selección de fútbol local, es decir 11 jugadores más el técnico sumaban 12, más los suplentes sumaban 23. La cena estaba prevista solo para un equipo de indor así que se vieron obligados a extender la mesa y colocar los puestos que faltaban.

Rocco se sentó e inmediatamente dijo "alguien presente en esta cena me va a traicionar"... el técnico del equipo se atoró con una cucharada demasiado congelada de gelatina sin sabor y apenas tomó aire dijo alborotadamente, "cómo puedes decir eso de mi, yo que te he alineado en todos los partidos en la posición que más te gusta". Roco viró la cara hacia el líbero del equipo, que saliendo del apuro respondió "yo te he centrado todos los córners inclusive cuando estás banqueado". Rocco miró rápidamente al capitán del equipo quien lo miraba fijamente sin virar el rostro, Rocco no dejaba de verlo esperando una respuesta y el capitán no decía nada. Ya todos en la mesa sabían la verdad, el ambiente era tenso y ya nadie comía. El director técnico y toda la saga del equipo se pararon al mismo tiempo y se retiraron dando excusas ridículas. Rocco y el capi, no dejaban de mirarse, entonces la señora Brunetti respiró y ofreció el postre, que consistía en crispies de chocochip, con manjar fresco de vaca machacheña todo esto rebosado en góticas de licor de arándano y más gelatina sin sabor. El medio campo y los atacantes aceptaron, comieron a gran velocidad y a la voz de "eh... yo tengo cita con el dentista" y el otro "este... yo... se me murió la abuelita" y salieron a toda prisa. Ya los suplentes y los guardametas dijeron algo pero nadie escuchó. El capi y Rocco no paraban de mirarse. Rocco gira brevemente los ojos y nota que no había más que él, el capitán y Lucrecia en la mesa, así que a la voz de "mientras menos boca más me toca" empieza a devorar la gelatina restante en los platos y el capitán dejando ver una sonrisa de júbilo hace lo mismo. La señora Brunetti se lanza en medio de la mesa ya con el escote abajo y las faldas subidas y se embutía la gelatina sin sabor. Rocco y el capi bebían en sus senos lo que quedaba de Fresco Solo y en sus nalgas servían cucharones de gelatina sin sabor y se atragantaban sorbiendo sin masticar. Toda ella fue un burdo plato en el que se paseaban la lengua de Rocco y el capitán, tanto el fútbol, la gastronomía y las más básicas normas de etiqueta se fueron por la borda con esa fatídica combinación. Fútbol, gelatina sin sabor y una mujer aristócrata con los calzones a la rodilla.

Rocco nunca olvidará ese día...