lunes, 30 de mayo de 2011

Roco y la anestesia para el alma

Si! hubo un día en que Roco no sabía porqué le dolía tanto el alma. Lo primero que se le ocurrió es echarse la culpa por completo, en realidad no podía hacer otra cosa ya que era la única reacción políticamente correcta en la sociedad en la que lo habían ubicado. Cómo me curo de esta ceguera - se preguntaba - como me puede doler tanto el alma sin haber hecho nada más que vivir la vida así a lo que viene, sin leerse el manual, como lo haría cualquier latino. No sabía cómo contestar en realidad no tenía que contestar, solo que ya estaba cansado de dejar que las culpas transitasen sobre él como dueñas mismo de su ser. En realidad no le interesaba tanto el hecho de descubrir la respuesta, en fin ya estaba acostumbrado al maltrato desde que sospechaba que iba a ser atravesado por los clavitos en la cruz. Pobre Roco, pobre infeliz. Qué dolor de alma, qué sentimiento de culpa, y qué resignación que le ponía a la cosa. Cómo hacer para que esa culpa no le duela tanto el alma se dijo amortiguado un poco por la anestesia, pues la única forma es no creer en el alma.

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